Febrero fue un buen mes para la renta variable, hasta cierto punto ayudada por unos datos económicos resistentes, pero también por unos beneficios relativamente sólidos en algunos sectores sobreponderados, como el de los ensambladores. Los mercados emergentes se comportaron bastante bien gracias al repunte de China, impulsado principalmente por una serie de intervenciones de apoyo del Gobierno chino, como la rebaja de los tipos hipotecarios de referencia o las compras de acciones por parte de empresas estatales. Por el contrario, la renta fija bajó en general en todos los tramos de IG en casi todas las divisas desarrolladas, ya que los mercados tienen en cuenta que los bancos centrales probablemente se mantendrán a la espera durante un tiempo más, mientras que los HY se mantuvieron planos. Creemos, no obstante, que la renta fija sigue ofreciendo unos ingresos atractivos desde el punto de vista del mantenimiento hasta el vencimiento, mientras que la exposición a la renta variable debería ser más conservadora y centrarse siempre en empresas de alta calidad que crezcan a ritmos más rápidos, sin endeudamiento y sin componente cíclico, ya que nuestra visión de la economía mundial sigue basándose en un aterrizaje más duro de lo esperado.